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viernes, 10 de marzo de 2017

En femenino

 Ser mujer es una condición de excelencia en la vida, 5 aciertos en la primitiva, una tapa dorada de Nescafé...Pero, desafortunadamente, no todas lo vivimos así.
Hoy, 10 de marzo del 2017, lamentamos amargamente la pérdida de mujeres asesinadas a manos de bárbaros machistas y el cautiverio emocional, intelectual y físico al que se someten tantas otras.
No es cuestión de tomarse a la ligera la situación de desigualdad que sufren las mujeres de nuestro entorno que, envueltas en papel celofán, respiran a sorbitos una vida dominada por el macho alfa que las tutele: jefes, maridos, el camarero que les mira el culo cada mañana, el del piropo osceno, e incluso, sus propios padres.
Los datos asustan: Se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia por parte de una persona distinta en algún momento de su vida.  El 43 por ciento de mujeres de los 28 Estados Miembros de la Unión Europea ha sufrido algún tipo de violencia psicológica. Más de 1 de cada 10 niñas en todo el mundo han sufrido relaciones sexuales forzadas. Una de cada 10 mujeres de la Unión Europea declara haber sufrido ciberacoso.
Todo ésto pasa en nuestra moderna Unión Europea, la misma que se preocupa por la deuda o la inflación de los  países miembros, la misma que da cabida a anacrónicos fascistas para que nos representen..¡Me siento segura!.
Como para casi todo en esta vida, el remedio es EDUCAR para que queden extinguidos los hombres machistas, para que las mujeres se reconozcan como mujeres y no como señoras de, para que las niñas crezcan libres de estereotipos.
En la escuela trabajamos la educación en valores igualitarios, entendemos el feminismo como el alimento necesario para las generaciones venideras. No hay que pasar por alto que 246 millones de niñas y niños sufren violencia relacionada con el entorno escolar cada año. Las niñas están en situación de mayor riesgo de sufrir violencia sexual, acoso y explotación.
Además de las consecuencias  psicológicas y para la salud sexual y reproductiva que conlleva, la violencia de género relacionada con el entorno escolar es un impedimento para lograr la escolarización universal y el derecho a la educación de las niñas.
 No debemos tampoco dejar de ir más allá de nuestras fronteras y obviar lo que ocurre en nuestro mundo. Exite una aterradora realidad en la que 200 millones de niñas  han sufrido algún tipo de mutilación/ablación genital antes de los 5 años, niñas víctimas de trata de seres humanos obligadas a prostituirse, 250 millones de matrimonios con menores de edad en las que las niñas son sometidas a bejaciones horribles, exponiéndose a embarazos precoces, enfermedades de trasmisión sexual y a secuelas psicológicas imposibles de borrar.

Y las cosas, lejos de mejorar, empeoran cada día. Yo, como maestra y madre, roles ambos decisivos para poner remedio a esta plaga, me siento más responsable que nunca.
 Desde la escuela educamos en igualdad, respetamos las diferencias, valoramos a nuestros niños/as por igual...pero, ¿ qué ocurre en casa?. Cada niña /o trae una maletita llena de experiencias familiares, vestigios culturales y religiosos que se arraigan más que cualquier otra enseñanza externa. Las familias son el agente educativo más potente, lo aprendido en el seno de tu hogar te cala y te condiciona. Es por ello, por lo que en casa hemos de incidir en el respeto a la mujer mediante el ejemplo. Mamá y papá son sus referentes en la vida; Si analizamos las funciones que cada progenitor tiene en la familia, veremos como remanecen aún, incluso en las que nos sabemos feministas, aspectos marcados por esos micromachismos heredados. Cuidemos el vocabulario, la palabra es el arma más poderosa. Evidenciemos el trato igualitario entre los miembros de la familia, repartamos las tareas diarias sin condicionarnos por el sexo.
 Debemos dejar de creer que nuestras hijas son princesitas encantadoras porque, lo siento, pero somos plebeyas. Motiva a tu hija para que sea lo que quiera ser: déjala que se ensucie, vístela cómoda para que disfrute de los juegos, cómprale cochecitos si ella quiere...No existen cosas de niñas. Y , ¡Por vafor!, intenta que se contamine lo mínimo posible con las historias " infantiles" cuyos modelos femeninos son inútiles bellezas dependientes del hombre.Intenta que admiren a mujeres luchadoras, que han conseguido sus propósitos en la vida: pintoras, doctoras, bomberas, policías, políticas....mujeres de verdad.
Me preocupa la situación actual, pero me tranquiliza pensar en ti, la que me lees ahora y haces todo lo posible porque ésto mejore.